La iluminación artificial es requerida actualmente para la iluminación de espacios de trabajo, comercio, residencias, exteriores, alumbrado público, entre otros. Gracias a un buen diseño lumínico se pueden crear ambientes más agradables, confortantes y adecuados para las actividades que se desarrollan en estos. Tenemos entre los principales parámetros a tener en cuenta para un proyecto los siguientes: Normativas, índice de protección y resistencia a impactos, tipo de luminaria, limitación del deslumbramiento, temperatura de color, Índice de Reproducción Cromática (IRC o CRI), nivel de iluminación, uniformidad.
Es muy importante identificar nuestro proyecto: ¿Es un almacén? ¿Es una oficina? ¿Una carretera? ¿Una fábrica? Luego, si es que los requerimientos no han sido indicados, es de gran ayuda consultar las normativas tanto internacionales (Ejemplo: Norma Española UNE 12464.1 para interiores) como locales (Ejemplos: Norma Mexicana NOM-025-STPS-2008, Norma Técnica Peruana EM.010, entre otros) para saber el nivel lumínico mínimo adecuado para la aplicación.
Elementos a tener en cuenta para la iluminación solar
También se debe tener en cuenta si el proyecto requiere luminarias con ciertos grados de hermeticidad y resistencia a impactos. Por ejemplo, las luminarias para alumbrado público requieren ser herméticas, es decir, resistentes a chorros de agua (de lluvia, o chorros de agua por limpieza), al polvo y a impactos, debido a que estarán en la intemperie. Las luminarias de aplicación industrial también requieren ser herméticas y resistentes a impactos, ya que estarán instalados en ambientes de diversos tipos de trabajo y suelen tener un mantenimiento mínimo. En el caso de interiores, se puede optar por luminarias con menor índice de protección. Por ejemplo, en oficinas, aulas, bibliotecas se pueden emplear luminarias con mucha menor protección. Las luminarias pasan por ensayos de laboratorio para probar el Índice de Protección (IP) que el fabricante indica. Estos ensayos y clasificación están detallados en la norma internacional IEC 60598-1. Para entender la clasificación de las luminarias bajo los requerimientos de protección contra chorros de agua y polvo o partículas, tenemos la siguiente tabla:
En cuanto a la resistencia a impactos, tenemos la clasificación IK. Este es un sistema de codificación para indicar el grado de protección que resiste una luminaria contra impactos mecánicos nocivos. Utilizado generalmente en luminarias de exterior o industriales debido a que son instalados en zonas de constante exposición a golpes o vandalismo.
Un índice IK00 significa que el producto no ha sido probado o no tiene protección alguna. Desde IK01 a IK10 las pruebas se hacen comenzando con impactos de 0.15J (equivalente a dejar caer un objeto de 200g desde una altura de 75mm) hasta impactos de 20J (5Kg desde una altura de 400mm).
Tipos de Luminarias
De forma práctica podemos diferenciar los diferentes tipos de luminarias en tres grupos: De interior, de exterior e industriales. Las luminarias de interior son las de tipo panel, lineales, tubos y lámparas. Estas no requieren de altos niveles de protección, por lo que un IP20 sería suficiente. Las luminarias de exteriores requieren de al menos una protección IP65, IK08. Dependiendo de la aplicación y del proyecto, pueden requerir mayores niveles. En este grupo tenemos las luminarias de alumbrado público, wallpacks para iluminación perimetral exterior y los reflectores deportivos. Las luminarias industriales requieren ser robustas y que puedan operar con un mantenimiento mínimo, por lo que también tienen IP65 e IK08 como mínimo. En este grupo consideramos a los highbays, reflectores, herméticas.
Otros factores a tomar en cuenta
Otro punto importante es identificar qué CRI y temperatura de color requiere la aplicación. El CRI es la propiedad de la fuente de luz de reproducir correctamente los colores. Se clasifica del 0 al 100, siendo idealmente 100 la referencia de cómo reproduce los colores el sol de mediodía. Si vemos en la siguiente imagen, podremos ver la diferenciación entre CRI>70 (aceptable para alumbrado exterior, CRI>80 (aceptado para la mayoría de aplicaciones de interiores e industriales) y CRI>90 (solicitado en aplicaciones donde es muy importante una buena reproducción de los colores). En centros comerciales, en especial en tiendas de ropa, se requerirá de al menos un CRI>90. En aplicaciones médicas se puede requerir en ciertas salas especializadas un CRI>95.
La temperatura de color, la cual se mide en K (Kelvin), hace referencia al color de luz que emite la fuente, la cual puede tener tonalidades desde cálidas a frías. Las tonalidades más cálidas (<3500K) se utilizan para aplicaciones donde se requiera confort y tranquilidad. Las tonalidades neutras (alrededor de 4000K) son bastante utilizadas en aplicaciones de oficinas. Las tonalidades más frías (5000K, 6000K, 6500K, 7000K) generan mayor atención en los individuos por lo que su uso es aprovechado en industrias donde se requiere mucho cuidado.
Otro parámetro importante a tener en cuenta es el control del deslumbramiento, el cual causa molestia a la visión y perjudica las actividades y el confort de las personas. De acuerdo a la aplicación, habrá necesidad de evaluar con el software Dialux si se está controlando adecuadamente:
Por último, se debe hacer un estudio sobre cuántos puntos de luz y altura de montaje, ángulo de apertura y potencia se requieren para cumplir con los niveles lumínicos adecuados, los cuales podemos revisar en las normas (requerimientos mínimos) o serán indicados de acuerdo al proyecto.
Esperamos que este breve resumen le ayude a aprender o repasar los términos y criterios de iluminación profesional. Cuenta con nuestro apoyo para cualquier consulta de proyectos y estudios de Peaksun.